domingo, mayo 25, 2008

CATA DE UNA PINTURA DE VAN GOGH: EL VIÑEDO ROJO.

Viñedo Rojo
Vincent Van Gogh
1888
Museo Pushkin


"El arte no es más que el hombre sumado a la naturaleza"

Vincent Van Gogh es un de mis pintores preferidos y es mi ideal de artista, no crean Uds. que por lo drámatico de su suicidio, por lo accidentado de su vida ni por el incidente de la oreja, que es lo único que la gente recuerda sobre él. Es el ideal de artista porque "nunca dejó de pasar un día sin trazar un línea" porque su búsqueda de la gran nota amarilla fue lo que lo movió a trabajar como nadie, tanto que es uno de los pintores más prolíficos de la historia, estudios a sus lienzos demuestran que incluso hay varias pinturas debajo de ellos, es decir que reutilizó los lienzos quizás por falta de recursos.

En las famosas cartas a su hermano Theodore, Theo por cariño, que aún se conservan; Vincent realizó todo un tratado sobre la pintura de su tiempo y expuso toda una filosofía propia sobre el arte y sobre la búsqueda de sí mismo a travéz de la pintura. En esa frase hermosa donde dice que: el arte no es más que el hombre sumado a la naturaleza, marca a toda búsqueda artística, incluída la cocina. Pero más allá de la cocina como medio de expresión artístico, a la cocina como medio de búsqueda personal, de estudio de sí mismo, más emparentado con la visión oriental del arte, esa búqueda de la perfección que supone la maestría en algo, lo que sea. Para el maestro Gjurdieff, un hombre notable es alguien que puede hacer algo bien hecho, cualquier cosa, al menos un café; si alguien sabe hacer un buen café, lo puede repetir siempre igual de bueno es un hombre notable. Pienso entonces en la búsqueda de la perfección diaria de un cocinero, que debe repetir día a día y dos veces y lo que sirve debe ser bueno e igual siempre. Así, la cocina no es más que el hombre sumado a los ingredientes, o por medio de los ingredientes encontrar el perfeccionamiento de sí mismo.

Aunque suene un poco volado, todo esto lo inspiró el cuadro de Vincet que mi amiga Nancy publicó en el famoso Facebook, cual es el único cuadro que Theo pudo vender de su hermano el pintor V. Van Gogh, mientrás vivió. El atardecer de otoño en la campiña, los matices rojos de la viña los expresa Vicente de una manera magistral en su pintura. La viña, planta sagrada atribuída a Dioniso, con cuyo fruto se elabora la más sagrada de las bebidas: El vino, los tonos rojizos de la pintura nos recuerdan a un buen pinot noir observado con respeto, con calma, con tranquilidad en las aguas. El sabor de esta imagen nos recuerda el trabajo, a lo que l hombre debe estar consagrado, con notas ligeras amargas, por las dificultades, pero equilibradas con la fortaleza de trabajar juntos por la consecución de algo. El Sol presente y grandísimo al fondo, como el ojo de un dios antiguo, todo lo vigilia y supervisa, como orgulloso de que el hombre trabaje recolectando el fruto con que elaborar la bebida de consagración por excelencia: el vino.

jueves, mayo 15, 2008

BUEN PROVECHO FABRIZIO



No recuerdo mi primera comida, hace tanto que fue, pero puedo decir que mi sobrino Fabrizio en el futuro recordará su primera comida: Pastina con crema de leche. Buen Provecho

martes, mayo 13, 2008

ACERCA DEL CHOCOLATE


Foto: www.Chocolatworld.com

"A nueve de cada diez personas, les gusta el chocolate... porque la décima persona miente"
Texto: www.
hispacpge.com

lunes, mayo 05, 2008

REINA PEPEADA, una crónica sabrosa


Mi amigo Juan Manuel Rodriguez es un Chef de pura pasión, es un conocedor de la cocina como pocos, su sapiencia raya en lo extravagante, maneja información acerca de los platos, sus variantes, su historia y hasta los cocineros que los preparan y sus aportes al plato. Con él aprendí cocina española, su paella es tan buena y exquisita que en EEUU donde ahora vive, huyendo de quién muchos huyen hoy día en mi país, fue reseñada ampliamente por revistas especializadas y periódicos en Carolina del Sur. Lo conocí a travéz de Elio Scanu, mi maestro de cocina, con Juan hicimos un festival de american steck house y así aprendí a cocinar grandes trozos de carne a la manera norteamericana y a hacer las famosas costillas BBQ, receta secreta de Juan Rodriguez, cuya salsa ganó cuatro años seguidas el concurso nacional de BBQ en el país del norte.

Hoy me envió un correo sustancioso mi amigo Juan, donde explica por medio de una entrevista el origen de la reina pepeada
. A continuación lo pongo acá para que lo disfruten, un saludo a mi amigo Juan y los mejores deseos para él y su bella familia.


LA REINA PEPEADA

Es la arepa más famosa del país. Su receta original dice que es una tostada rellena de pollo guisado y luego horneado, acompañado de lonjas de aguacate y granos de petit pois. Actualmente, los establecimientos la rellenan con ensalada de gallina, mayonesa y aguacate. Su creador aún está vivo, se llama Heriberto Álvarez, tiene 83 años y es nativo de Las Araujas, una población del estado Trujillo.
"La autoría de la Reina Pepiada no es sólo mía sino también de mis seis hermanos ya fallecidos y, por supuesto, de mi ingeniosa madre: María de los Santos Álvarez, que en paz descanse. Todo comenzó cuando mi papá murió, estando nosotros muy jóvenes. Mi mamá nos trasladó desde Trujillo para Caracas en un camión de estacas. Nos instalamos en la Esquina de Cola e' Pato, en El Guarataro. Allí montamos un negocio de empanadas. Se hicieron tan famosas que la gente se venía desde El Paraíso, expresamente, a probarlas. Como nos fue tan bien pudimos abrir otro local de Maderero
a Bucare, cerca de la Plaza Miranda. Mis hermanos y yo le pusimos El Chance.

Fue allí donde vendimos las primeras tostadas. Nuestro primer cliente se acercó a las 8:30 de la mañana, en octubre del año 49. Nos preguntó: 'Muchachos, ¿qué es eso de tostadas?'. Le explicamos que así se le decía a la arepa rellenita en Trujillo. Pidió una de queso
de mano y se la devoró gustosamente. En ese momento se llamaba Alfredo Sánchez, vivía a una cuadra del negocio y era un aficionado al canto. Después se convirtió en Alfredo Sadel. Imagínese qué suerte nos dio ese señor de ser el primero que se comiera una de nuestras arepas'. El origen del nombre
"Con el tiempo fuimos creciendo y, en el año 55, abrimos Los Hermanos Álvarez en La Gran Avenida, la que comunica Plaza Venezuela con Sabana Grande. Estábamos en un punto estratégico, porque teníamos al lado la hermosa floristería de las hermanas Belloso y un negocio muy visitado que se llamaba Todo París. Nuestros clientes fijos eran Aquiles Nazoa, Oscar Yanes, Billo Frómeta y Abelardo Raidi, entre otros.

Ese mismo año, la señorita Susana Duijm ganó el Miss Mundo. Para rendirle homenaje, vestimos de reina a una de nuestras sobrinas, que tenía apenas 12 años. La sentamos como en un altarcito para que la gente la viera en el establecimiento. Entonces pasó un señor y nos preguntó por qué teníamos a esa niña allí. Le explicamos que era un homenaje a la nueva soberana de
la belleza. Nos dijo: '¡Pero si yo soy el papá de Susana! Se las voy a traer para acá'. Y así fue. Un viernes, como a las 10:00 de la noche, se apareció la señorita Susana con su papá. Yo le di una tostada en sus manos y le dije: 'Mire, esta tostadita se la preparó mi mamá especialmente y se va a llamar La Reina, así como lo es usted'. Ella me dijo: 'Muchas gracias, mijo', y se la comió con un juguito. Y como en esa época, a las mujeres de buenas curvas, así como Susana, se les llamaba 'pepiadas', le pusimos ese apellido a la arepa. Mantuvimos el negocio hasta el año 68. Otro que nos promocionó incondicionalmente fue Renny Ottolina. ¡Cómo se portó ese señor con nosotros!". Sobre la preparación original
"Se amasaba muy bien la mezcla y se le incorporaba una cucharadita de mantequilla. En aquella época se conseguía la marca Alfa, que era muy buena y salía barata. Así, la masa adquiría una textura más flexible y perdurable. Una vez que se les daba forma, las arepas iban al budare por cinco minutos, luego al fogón hasta que se les levantaba la conchita, lo cual indicaba que estaban listas. El relleno, originalmente, es un pollo macerado: mi mamá primero lo sancochaba y le ponía bastante aliño y lo dejaba hasta el día siguiente en la nevera. Después lo horneaba y posteriormente era que le sacaba las lonjitas para rellenar la arepa. Una ocurrencia de ella fue ponerle aguacate. Y como en el negocio teníamos petit pois, porque a la gente le encantaba, entonces los añadimos a la arepa". Alrededor del reinado
"Después de La Reina vino otra arepa que también se hizo famosa. Era La Multisápida. La llamamos así porque Rómulo Betancourt hablaba, en los cincuenta, del surgimiento de una política multisápida. Queríamos hacer alusión a algo que estaba sobre el tapete. La nuestra tenía un poquito de queso, otro poquito de chicharrón, otro de pollo… Bien bonita, eso sí. No menos famosa fue La Prohibitiva. Era una tostada rellena de caviar, un invento de uno de mis hermanos como estrategia de ventas. La Reina costaba un bolívar y la gente se quejaba de que era muy cara, ya que las demás no pasaban de real y medio o real y cuartillo. Entonces pusimos La Prohibitiva a 2 bolívares para que La Reina luciera mucho más barata. Pero el venezolano siempre ha sido muy pantallero. Nunca faltaba alguno que llegara y dijera a todo gañote: '¡Álvarez, dame una prohibitiva!', y en secreto te susurraba: 'de queso de mano'. Todo era para aparentar que podían pagar una cosa que nunca se vendió. Otro de nuestros productos principales lo llamamos Sistema Nervioso. No era más que el mondongo. Le pusimos así por un borrachito maracucho que siempre nos visitaba y pedía: 'Dame un nervioso'. Según él, era lo único que le quitaba el malestar.

Pero el cliente, quizás, más importante que tuvimos fue el señor Luis Caballero Mejías. Una noche se presentó con una bolsita de harina y nos dijo: Muchachos yo preparé esta mezcla a ver si las arepas me quedan igual a las de ustedes. Nos pidió que la probáramos y nos explicó que eran dos kilos de maíz, primero sancochados, luego molidos y posteriormente secados. Nos fue muy bien con esa mezcla. Y cómo no, si lo que nos estaba dando era la fórmula de la harina pan. Un día se presentó un señor llamado Lorenzo Mendoza y le compró la receta. Lo demás es historia
'.