miércoles, julio 30, 2008

EL SUR DEL LAGO, LA CRISIS ALIMENTARIA Y EL EGOÍSMO DE LAS VACAS


Ataderceder en el Sur del Lago de Maracaibo

Mi relación con el Sur del Lago de Maracaibo es de toda mi vida, no sólo porque mi padre trabajó veinte años en la zona para Malariologia, ni porque a raíz de eso adquirió tierra e hizo una bella casa por esa zona. Mi relación con el Sur del lago es casi ancestral, mi abuela por parte de papá, es decir mi abuela Omaira; nació en San Cristóbal de Torondoy, que siendo uno de los pueblos llamados del norte de Mérida, tenía y tiene relación directa con el Sur del Lago de Maracaibo desde su fundación. Así pues, mi amor por el Sur del Lago es casi un amor de familia.

Mi padre, primer maestro con quien me he encontrado en esta vida, me inculcó un amor infinito por el campo, muy a lo Hesíodo; me llevó a los campos, me enseñó de ellos, a respetarlos, a ellos y a su gente. Mi padre nunca renegó de su ascendencia campesina, y aunque él no nació en el campo, el campo fue su primer amor y ha sido su añorada musa, mi padre no conoce de vergüenzas étnicas.

Es indescriptible la vista del Lago de Maracaibo desde lo alto de San Cristóbal de Torondoy, de las llanuras meridionales de ese falso mar rodeado de otro mar verde de tierras fértiles. De esas tierras dicen que son de las más fértiles del mundo, quizás exageraciones de un geólogo enamorado de estas tierras. Pero oí personalmente a los 12 años de ese amigo de papá, geólogo y muy viajado que la desembocadura del Yang Tsé en China, las riberas del Nilo, la desembocadura del Mississipi y el Sur del Lago eran las tierras más fértiles que el conocía en la tierra, y hay que ver que ese hombre es viajado.

En el Sur del Lago hay más de cinco metros de capa vegetal en promedio, tierra negra que huele a vida. Allí en el terreno que poseíamos, germinaban las matas de mandarina, naranjas, toronjas y limones donde botábamos las semillas, es decir si comiendo mandarinas por ejemplo, escupías tus semillas frente al garaje de la casa, allí se daban maticas de mandarinas, así de fértil conozco esa tierra.

Viajando hace poco por esas tierras, y cautivado como siempre por su belleza, me entristecí pensando que esas tierras extensas, fértiles, con facilidades para el transporte de los productos, irrigadas naturalmente por más de 9 ríos, son usadas principalmente para la ganadería. Pienso que esas tierras están mal aprovechadas, cierto es que el ganado es un negocio que vuelve ricos a los hombres, pero la agricultura les da de comer, con las tierras usadas para cebar a 100 cabezas de ganado comerían maíz o soya al menos mil personas. Las políticas de económicas en este país parecen haber sido hechas por hombres que jamás fueron a nuestros campos y el egoísmo es la única moneda que vale en el corazón de sus hijos. En este año donde la crisis alimentaria suena a menudo, y donde los niños de Somalia ahora son los niños de mi propia tierra, donde la famosa globalización nos acerca a personas de otras tierras y nos aleja de nuestros vecinos de la puerta de al lado, se me hace un nudo en la garganta al ver esas tierras que tanto amo, llenas de pasto para 100 vacas en vez de grano para mil hombres.

No hay comentarios.: