La cocina oficio sagrado del fuego: el fuego sagrado para todas las culturas, que mientras lo miramos en su danza misteriosa, nos mira profundamente; tanto, que en el pecho se siente un calor inasible, mientras con rabia consume él su combustible, nos susurra en su lenguaje de cómo nuestra vida es consumida por el tiempo. El fuego, sagrado secreteador que bailando se burla del hombre y de sus ínfulas de inmortalidad. El cocinero que es una suerte de sacerdote del fuego, que lo domestica, y lo usa con provecho, debe oír los susurros del fuego en su lenguaje misterioso, debe interpretar ese lenguaje y entender los mensajes que recibe. El cocinero como daimon, como intermediario entre dos mundos.
Quizá a quien lee le parezca grotescas estas reflexiones, pero decía Sor Juana Inés de La Cruz que observando los cambios de un asado en el horno, se pueden entender todas las faces de la Gran Obra, o proceso alquímico. ¿Quién lo sabe? Lo que si sabemos es que los cocineros se alejan cada vez más del fuego como elemento primigenio, cada vez la tecnología nos aleja como cocineros del fuego de hogar, del fuego verdadero y directo, el que para hacerlo hay que recolectar leña y encenderlo, cuidarlo, alimentarlo, nos alejamos del fuego verdadero.
Francis Mallmann dice en una entrevista: "El fuego tiene su propio idioma, que se habla en el reino del calor, el hambre y el deseo. Habla de alquimia, de misterio y, por sobre todo, de posibilidades. Es una voz somnolienta dentro de mí. La bestia omnipresente en mi alma. Va más allá de las palabras y de la memoria, viene de un tiempo muy anterior a mis recuerdos..." Así este grande cocinero nos describe su relación con este elemento fundamental.
Hoy mientras unas caraotas con hueso de pernil son acariciadas con paciencia por el fuego eterno y acompañado por un trago de pisco sour, pienso en Sor Juana Inés y su búsqueda, en su conciencia como intermediaria -poetisa- como intermediaria -cocinera-; pienso en la búsqueda de Francisco Mallmann y su vuelta a los rústico, al fuego vivo, a fuego salvaje, a la doma del elemento y que como la Fénix de América, entre el fuego y la palabra tratan de hacer homogénea la búsqueda, en esta noche de fuegos lejanos y cercanos pienso en mi propia búsqueda de la cocina y del fuego.
4 comentarios:
Este arte comestible, que no efímero, porque quien puede olvidar unas caraotas de la forma descrita en su entrada, trae la luz celestial de Sor Juana Inés a las mesas de los devotos de la creación cotidiana en cada uno de los tres golpes del día.
El sabor de la comida se siente en esta bitácora.
Gracias por el esfuerzo y felicidades por los resultados,
Saludos
Gustavo
Gracias Gustavo, un saludo grande desde estas tierras magníficas...
Felicitaciones Antonio por la calidad del contenido de este articulo el cual llegue a el un poco tarde, pero debido a su trascendencia nunca se pasara del tiempo, no dude en publicarlo hoy martes 07-06-11 en nuestro diario, conseguirás el enlace en http://valenciamovil.tel puedes seguirnos a @valenciamovil para publicar tus artículos gracias...
Manuel A. Moreno
Director de Medios
te felicito por el trabajo que has logrado con tu blog. es muy bueno.
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