Foto: Timoncito, Parque Nacional Sierra Nevada.
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"Lo que brilla ha nacido para el instante,
lo autentico permanece intacto para la posteridad..."
Prologo en el Teatro. El Fausto. Goethe.
Hace quince kilos no había lugar en el mundo al que me gustara más ir que a la montaña. Soy de Mérida, y la montaña ha formado parte importante de mi vida. Todo aquél que ha caminado en la montaña sabe que cuando se está cansado y la pendiente del camino lo hace a uno desfallecer no se puede medir el viaje en cuanto falta para llegar, sino pensar en todo lo que se ha recorrido. Así puede uno animarse a seguir caminando. El camino se siente más largo la primera vez que se hace, parece más largo de lo que realmente es, parece más inclinado de lo que realmente está. Uso esta alegoría del camino en la montaña la noche antes de mi cumpleaños, y en el primer mes de este 2014 para ponerme a pensar en el camino recorrido hasta hoy por Odisea Culinaria. Desde un punto un poco más alto puedo ver las sinuosidades del camino, los obstáculos superados para estar donde estamos, que a veces ha parecido estar en ninguna parte.
Recuerdo cuando soñábamos Angel y yo con hacer unos sandwiches donde el pan y el relleno fuera elaborado por nosotros, y aprovechar algunas de las cosas que se producen en la granja de su familia. Nunca pensamos en hacer unos panes tan ricos y que el relleno no fuera pollo ahumado sino jamones de pollo, de cerdo, ahumados o cocidos, tender, especiados, butifarras. Tampoco soñamos con venderlos en una local tan bello como el de Artesano Cafetería. Menos aún, ni siquiera en los sueños más ambiciosos en cosechar y encurtir jalapeños, cacho de cabra o pepinillos para usarlos en los panes. Ni en aprovechar el culantro del conuco para hacer aderezos para esos panes. Por su puesto jamás soñamos con hacer cafés tan ricos, ni que la gente apreciara lo que hacemos o cómo los tratamos. Nunca habríamos imaginado tostar nuestro propio café, menos aún buscarlo en el campo, directamente negociar el café con los caficultores. Nunca pensamos en que podríamos marcar algunas pautas con el café en el país, o formar parte de un movimiento de cafés de alta calidad. Cuando soñamos con cocinar en público, jamás pensamos que sería en plena plaza Bolívar, en pleno bulevard. Nunca soñé con un recetario tan hermoso como el que publicamos.
El camino ha sido difícil, muchas veces ingrato, muchas veces parecía que arábamos en el mar,recuerdo varios eventos que hicimos, recuerdo algunos locales en los que trabajamos, recuerdo horas y horas de trabajo en cocinas, mal pagados, durmiendo poco, pero felices de hacer lo que nos gusta.
Hoy en medio del camino de la montaña de mi vida, en medio de una montaña de proyectos, recuerdo el comienzo del camino y logro ver algunos obstáculos pasados, algunos pasos peligrosos. Sé que aún falta mucho camino, pero esta noche me hace feliz mirar hacia atrás y ver el camino recorrido. Esta noche antes de mi cumpleaños me siento contento de haber elegido este camino, esta noche, al menos por un instante puedo decir: "detente eres tan hermoso..."
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