lunes, noviembre 05, 2007

El Otoño a la "maniera" de Manuel Allue

En la cocina de Manuel Allue fue cocido un post hermoso dedicado a lo que aquí escribimos por lo que le damos las gracias. Aprecio mucho su comentario ya que me declaro admirador y lector cotidiano de sus blogs Desde mi cocina y Ambos Siglos , que son geniales y de una belleza que embelesa. En ambos da muestras de aspectos de sí mismo muy distintos pero que están en equilibrio con lo que debe ser Manuel en su escencia, el hombre tiene una claridad admirable, una llaneza en lo que dice y una mirada hermosa de la vida.

Manuel pone en su post un cuadro de Giuseppe Arcimboldo, que me gusta tanto que acá lo pongo también, Giuseppe con su "maniera" rompe con los dogmatismos de las escuelas clásicas del renacimiento y no pinta más que a la manera de él mismo formando con frutas, objetos, animales y flores las formas humanas de sus cuadros. Así mismo, Manuel con sus escritos sobre gastronomía rompe con la postura prepotente y sabihonda que por lo general asumen quienes se dedican en serio a estudiar y escribir sobre algún tema, y nos llena de anécdotas deliciosas y de análisis aromáticos de los temas gastronómicos que le ocupan. Manuel es otro representante de lo que llamo puente entre las letras y la cocina, tan cercanas e impresindibles al hombre en su misma escencia.

2 comentarios:

manuel allue dijo...

Qué quieres que te diga, Antonio, me dejas sin palabras. Te lo digo en serio, yo hago lo que puedo. Me entretengo escribiendo, descanso así de mi trabajo, procuro reírme (y ¿por qué no?, quejarme) de muchas cosas que me rodean pero sobre todo lo hago porque hay gente como tú que me escucha, que me lee, y gente también a los que les molesta la ironía, o no la quieren entender. Pero es por eso, desde luego, que vale la pena.

Muchas gracias por tus palabras.

Antonio Gámez dijo...

Encantado Manuel,

Vaya descanso que te tomas, productivo y muy entretenido.

La ironia no debería molestar a nadie, pues no hay nada tan ironico como la vida.

Saludos desde una tierra absolutamente conciente de su ironía