jueves, junio 26, 2008

BOVRIL, BULWER-LYTTON y LA RAZA VENIDERA


Hoy cocinaba en la cocina de un cliente, y mientras hacía un salsa demi-glase, sí una demi-glase, antigua, desusada, barroca dirían algunos, pero sabrosa y sustanciosa salsa; mientras la preparaba me dijo una de las cocineras del restaurant que asesoro, al ver que a la salsa le faltaba un poco de color: Deberíamos pedir BROVRIL y ponerle un poco, ese frasquito es como mágico. Esto me hizo recordar que ese producto existe desde que tengo memoria, que en la cocina de mi abuela Omaira se guardaba con celo y se usaba con sabiduría,y en más de una cocina lo ví, he visto y veré. Así pues, me puse a indagar un poco sobre él.

El BOVRIL es un concentrado de carne archiconocido en gran parte del mundo, al parecer su receta fue idea de un tal John Lawson Johnston que por encargo de la corona británica creo para satisfacer el pedido de un millón de latas de carne de vaca que solicitó Francia, su aliada; en 1870 para auxiliarlos en su guerra contra Alemania. Así, John creó una carne de vaca fluida, fácil de transportar y de almacenar. Después la registró como BOVRIL, ese nombre viene de Bo, por la palabra Buey en griego, y de VRIl que viene del alimento que consumía la raza subterránea de humanoides para obtener sus superpoderes en la novela de Edward Bulwer-Lytton: The Race Coming, una de las primeras novelas de ciencia ficción que se han escrito.
Esta novela se incluye dentro de una tradición de utopías negativas que se remonta a autores como Jonathan Swift, H. G. Wells, George Orwell o Aldous Huxley. Esta obra muestra la deshumanización de la raza humana a consecuencia de la tecnología y la manipulación del lenguaje por parte de los poderosos anulan la capacidad de sentir y pensar del hombre. Es una obra maestra de la sátira utópica y un extraordinario logro de la imaginación profética. Anticipa con extraordinaria precisión el moderno surgimiento de la mujer, los desarrollos de la energía nuclear y la tecnología láser, y los terribles genocidios étnicos que llevarían a cabo pretendidas razas superiores.

"En La Raza venidera, lord Lytton representa a un vulgar hombre de nuestro tiempo atrapado por accidente en un país subterráneo habitado por una raza varios cientos de años por delante de nosotros en la evolución. Y, esta teoría de la evolución, introduce algo así como un método científico en la novela moderna." George Bernard Shaw

"Hace ya bastante tiempo que hemos aprendido a reverenciar el fino intelecto de Bulwer. Podemos coger una cualquiera de las producciones de su pluma con la seguridad de que, al leerla, las más salvajes pasiones de nuestra naturaleza, nuestros más profundos pensamientos, las más brillantes visiones de nuestra fantasía y las más ennoblecedoras y elevadas de nuestras aspiraciones serán, a su debido turno, encendidas en nuestro interior." Edgar Allan Poe

En la Primera Guerra Mundial el BOVRIl se ganó un puesto recocido como comida de los soldados y especialmente de las enfermeras que en ella participaron. La necesidad de tierras para pastoreo hizo que en 1909 la empresa adquiriera tierras en Argentina, allí criaron vacas para la elaboración del concentrado hasta los años 70. Hoy dia el BOVRIL aún existe con éxito, aunque hace poco tiempo y debido al temor que de la enfermedad conocida como encefalopatía espongiforme bovina, la empresa que lo produce anunció el cambio de la fórmula a extracto de levadura, cosa que también lo haría ganar terreno en el mercado de los vegetarianos.

Ha sido un sueño del hombre de diversas épocas pensar que un alimento proporcine poderes casi sin límites al hombre, algo como panacea que cure todas las enfermedades y desarrolle los poderes ocultos del hombre con solo comerlo, aunque el BOVRIL no da poderes extraordinarios es un producto extraordinario que ha servido de mucho en la cocina durante generaciones completas. Cuenta Da´Vinci sobre un concentrado de carne elaborado por los Priores de San Angelo en forma de pastillas y hacían que un hombre pudiera vivir por tres días con solo consumir una de estas pastillas y agua, esto nos hace pensar en la piedra filosofal y en el elíxir de la vida eterna, mientras sigue existiendo el BOVRIL y con este origen y este parecido quizás sea verdad lo que me dijo hoy la cocinera, que es casi mágico.


2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola Antonio, qué interesante.
Mi papá siempre cuenta que a él y a sus hermanos de chiquitos les daban una cucharada de jugo de carne todos los días, el colmo de los colmos de los Argentinos... supongo que es esto, le voy a pasar esta información.
Un beso.

Antonio Gámez dijo...

Jajaja, gracias Maru...
Sé de esos cuentos cucharada de Bovril para volverse más viril... decían por ahí... Jejeje, con Bovril los muchachos se harán unos hombres...
Un abrazo colmado de recuerdos...