sábado, mayo 19, 2007

Más sobre la Sopa rellena

Bueno sigamos con la sopa rellena y me permito poner este post de Duelos y quebrantos, que el Biscuter nos propuso revisar. Con el permiso de él.
Saludos a mis amigos del CIG y de la UNEY.


domingo, mayo 08, 2005

FERVOR DE LA SOPA RELLENA
Encuentro hoy en mi correo un email. Me han hecho llegar este artículo del Turco Najul:
"El viernes pasado en Salsipuedes tuvimos una experiencia gastronómica memorable. Hizo su aparición en nuestra mesa la sorprendente Sopa Rellena, un prodigio culinario que le debemos a la tradición gastronómica de ese bellísimo pueblo del estado Trujillo llamado Boconó.
La Sopa Rellena es una obra maestra de la cocina, un plato opulento, barroco, riquísimo, diseñado tal vez para una celebración sagrada, o en todo caso, paro los suntuosos yantares domingueros de los boconeses. Es el producto de la imaginación y del talento coquinario. No es un hervido ni una olla podrida. La tendencia que todos tenemos a comparar, y que la teoría de la argumentación califica como “propensión a la falacia analógica”, se estrella por completo ante este plato insólito. Así, y en rigor, para intentar una definición de esta maravilla sólo podríamos decir que una Sopa Rellena es una Sopa Rellena es una Sopa Rellena.
En Salsipuedes hicieron su propia versión a partir de dos recetas. Una de Gladys Gonzalo, tomada de su libro “Mojos, chichas y amasijos” y otra del escritor Oscar Sambrano Urdaneta incluida en el volumen colectivo “Diez menús bien pensados” (Monte Avila Editores, 1991, con prólogo de Helena Ibarra).
Sambrano usa pollo y en la receta recopilada por Gladys se emplea gallina. Con gallina, precisamente, trabajaron en el Centro de Investigaciones Gastronómicas de la UNEY y también con la libertad creadora que da buenos y sabrosos resultados cuando se sabe cocinar de verdad. Para lograr el milagroso plato que me asombró gratamente hace cuatro días, los cocineros de Salsipuedes hicieron esto:
Pusieron a hervir una gallina con ají dulce, cebolla, cebollín, ajoporro, picados en trozos, con el fin de obtener un caldo muy sustancioso. Una vez ablandada la gallina, la sacaron, la deshuesaron, la despellejaron y con las manos fueron desmenuzándola. Colaron el caldo para dejarlo enfriar y así desgrasarlo con más facilidad. Aparte sofrieron en poco aceite onoteado cebollín, pimentón, ají dulce, ajo cebollas y tomates, todo finamente picado. Al sofrito le agregaron alcaparras, pasas y aceitunas rellenas y después la gallina y dos tazas de vino blanco, sal, azúcar, un toque de comino y la dejaron a fuego medio hasta que el vino se evaporara y quedara un guiso espeso. Mientras tanto fueron picando en ruedas delgaditas pan campesino del día anterior y sancocharon un huevo por comensal. Para montar la sopa rellena tuvieron picado en lonjas quiso tipo paisa y parmesano rallado. En cada plato hondo pusieron las rebanadas de pan en el fondo, dos rebanadas del queso tipo paisa por comensal, un huevo picado en rueditas, dos cucharadas de queso parmesano y una cucharada grande de guiso. Eso lo cubrieron con rodajas de pan y con los quesos. Al momento de servir lo bañaron con un cucharón de caldo muy caliente. Lo demás fue disfrute.
¡Albricias por Boconó y su Sopa Rellena!"

José Luis Najul
Vicerrector de la UNEY.
http://wwwconuqueando.blogspot.com/2005/05/fervor-de-la-sopa-rellena.html

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