viernes, abril 18, 2008

LECCIONES SOBRE CARNE DE POMPILIO DIAZ


Puente sobre el rio Boconó de Libertad de Barinas.

Mi padre trabajó en los años setenta en el estado Barinas. Él cuenta que era una tierra difícil, donde se pasaban penurias de todo tipo. Le tocaba viajar por los pueblos alejados de la ciudad, por todo el Estado. Trabajaba para Malariología, una gloriosa institución fundada por el Dr. Gabaldón para combatir la Malaria. Se dice que en Venezuela sólo tres cosas llegaban a todos los rincones del territorio: La Polar (Una empresa que vende la cerveza más consumida del país), La Guardia Nacional y Malariología.

Papá cuenta que los campos de Barinas eran tierra inhóspita, con carreteras terribles, distancias atroces, donde aún teniendo dinero no se podía comer, ya que no contaban con servicios de restaurantes en todas partes y muchas veces se debía viajar un par de horas sólo para ir a comer. Así que, cuando se podía comer siempre trató de comer lo mejor posible.

Toño, mi padre; tuvo un mentor en Malariología llamado Pompilio Diaz, con quién aún estamos en contacto. Pompilio le enseñó a papá muchas cosas, no sólo dentro de la Institución sino fuera de ella, de la vida, del honor. Una vez viajando con Pompilio, estaban llano adentro y con mucha hambre se desplazaron a Libertad de Barinas, un pueblo donde existían unos cuantos restaurantes, cosa poco común en esos años. Digamos que habían tres comederos en el pueblo. En el pequeño restaurant, y claros ambos que carne es lo que querían almorzar; carta en mano mi padre se decidió por el Filete de lomito, mientrás que Pompilio pidió el Bisté (Beefsteak) de res a la plancha. Toño le dijo a Pompilio que tranquilo, que él iba a pagar la cuenta, que pidiera lomito. Les cuento que costaba cuatro veces más caro que el bistec normal. Pompilio le dijo que le iba a instruir sobre carnes ese día, que lo dejara tranquilo, que quería su bisté normal. Papá un poco molesto por la sencillez de la elección de Pompilio se resignó.

La Señora que los atendía se fue a la cocina, seguramente era ella misma quien cocinaba; y de pronto se escucharon unos golpes secos que venían de la cocina, pam, pam, (pausa) pam, pam, pam, pam... Pompilio dijo: "te fijas muchacho, los primeros dos golpes fueron pa´mi bistec. Los otros cuatro pa´tu lomito... jajaja... es la misma carne más golpiada. ¿No ves que es un pueblo pequeño y tiene varios restaurantes?, ¿Tú crees que teniendo la res un solo lomito todos los restaurantes del pueblos van a poder ofrecerlo en el menú? Nada muchacho, vas a pagar cuatro veces el precio de mi bistec por dos golpes más.

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