Me regalaron un bello libro llamado: Relatos a la carta, historias y relatos de cocina, de la editorial páginas de espuma. Es un compilado de relatos breves cuyo tema gira en torno a la cocina, cada autor participante da una receta. En este libro encontré un relato delicioso llamado: La sopa de Ulises de Manuel Vicent.
El relato habla de un profesor de lenguas muertas (¿casualidad?) que está aburrido de su vida y mira a la estupidez del día a día con desprecio desde su quinto piso. Para alimentarse prepara una sopa en su olla de presión con una edición de lujo de la Odisea de Homero, con un sofrito de cebolla y dos dientes de ajo, suficiente agua que cubra el libro, hace a fuego lento el libro con la adición de sal y perejil. Para entretenerse dispara con su rifle de aire a las piñas tropicales de la frutería de al frente sin que nadie lo sepa. Llega su amante con la que tiene una trifulca por su extraña afición a hacerse sopa de clásicos, ella intenta botar la sopa a la basura y él la agrede danzándole una lámpara.
Ella se va furiosa y lo acusa ante el frutero, el profesor la observa desde la ventana y le dispara con el rifle de aire. Luego se sienta tranquilo frente a su sopa a esperar que llegue la policía. A continuación algunos extratos del cuento (Como de carne) que me gustaron mucho:
“ En un cazo de barro se sirvió una buena ración, se sentó en la mesa del comedor con todo el respeto que un sabio en lenguas muertas podía adoptar frente a un guiso concentrado de dioses griegos…”
“ A grandes cucharadas se estaba zampando todo el regreso a Ítaca, y eso le sentaba muy bien en el estómago. El cíclope Polifemo, la ninfa Calypso, la maga Circe, el canto de las sirenas y la amorosa Penélope, ¡Oh, qué gran menú del día!, toda la belleza de la antigüedad y el heroísmo de los semidioses metidos en el plato. El profesor se encontraba a mitad de camino en su retorno a la isla de su infancia…”
La policía lo aprehendió y al otro día los periódicos reseñaron: “ Catedrático de lenguas muertas, gran especialista en el poeta Píndaro, detenido por disparar contra unas piñas tropicales, En la refriega murieron su amante y dos perros callejeros…”.
El autor da como receta una sopa de letras, la sopa de Ulises o de Odisea Culinaria.
3 comentarios:
Excelente combinación, gastronomía y teatro. Como actriz, muchas veces debo explicar mis dos pasiones, que para mi estan perfectamente enlazadas, pero que mucha gente no e ve la conexión.
Tal y como lo dices, uno entrega todo en escena para que el público disfrute de un menú original, sorprendente, nutritivo, perfumado, sabroso...
Ya mismo me pongo a buscar ese libro!!!
Un beso
Leerle me dio como angustia de la vida interior de ese hombre..
Aprovecho para mandarte un abrazo Antonio, apretao, porque lo que han vivido ustedes en Mérida, con lo de Santa Bàrbara, es muy fuerte... a todos nos ha efectado, pero ustedes allì tienen algùn conocido allì..
Gracias Sole,
me encanta que entiendas y disfrutes el post. Es cierto,original, sorprendente, nutritivo, perfumado y sabroso es el menú.
Un gran abrazo
Zulmy,
Gracias por el comentario, me llena de placer que disfrutaras el relato.
Gracias por la solidaridad, en realidad nadie cercano a mi familia estaba en el avión, pero igual estamos conmocionados y llenos de tristeza.
Un abrazo y muchas gracias.
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