viernes, septiembre 14, 2007

365 DÍAS DE TU AUSENCIA, MiMi

Podría ponerme a decir que parece mentira que ya ha pasado un año desde que te fuiste de estos lugares, pero la vida no se detiene por nada ni por nadie, esa es su naturaleza. Queda recordarte, con alegría ya que has trascendido a regiones más transparentes, mas dignas.

Dejaste este mundo de transición para dirigirte hacia otros mundos que apenas sospechamos, tu sonrisa ilumina las mañanas de otras tierras, tu mirar bondadoso se posa en otras cosas menos mundanas, tu amor que se te desbordaba ya no es desmesura, ese amor que prodigabas sin recelo, tu que fuiste dadora de amor, eres ahora el amor mismo..

Hoy quisiéramos comer de tu sopa de cebolla para que nos reconforte a quienes tanto te extrañamos, hoy quisiéramos tu candor para que nos consuele por tu partida, hoy quisiera recostarme al calor que emanaba tu hogar; pero hoy sé que todo lo que nos diste aún vive en quienes te recordamos con alegría. El calor de tus guisos nos anima, tu recuerdo es el más exquisito aroma que nos da certeza de que nuestro Señor te tiene en su gloria, y tu generosa cocina es el ideal de hogar que vive en mi alma.

Doy gracias por haber tenido la oportunidad de conocerte Mimi, doy gracias porque sé que, donde estás llenas de alegría a quienes te rodean y de seguro guisas algo para deleite de todos. Tus sabores, mi Miriam, perduraran por siempre en los corazones de todos aquellos que se sentaron en tu mesa, esa mesa que era el regazo de una madre amorosa, estancia de una gran amiga. Nunca dejaras de estar en nuestro corazón.

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