
Foto: Nathaly Mora
Cuentan que la Anfisbena nació de la sangre que derramó la cabeza de Medusa cuando triunfante la llevaba Perseo volando sobre Pegaso. La sangre de la Gorgona cayó en las arenas del desierto Libio y así nació la Anfisbena. Resulta curioso que Pegaso el caballo alado nació también de la sangre de la Medusa al caer a tierra.
Dicen que Anfisbena tiene dos cabezas, una en cada extremo y que es ciega, pero que con cualquiera de sus lados puede propinar una picadura mortal. A esa serpiente mitológica se le atribuyen poderes sobrenaturales, entre ellos el de regenerarse, se le puede seccionar en dos y ella se pega sola, se cura sola.
Jonuel Brigue le dedica un libro hermoso a esta bicéfala engañosa de la mitología, ANFISBENA, Culebra ciega. En Venezuela hay una culebra así: morrona le dicen en el estado Trujillo, su cabeza imita a la cola, en palabras de Enrique Flores quien le dedica un profundo ensayo al libro de Brigue llamado: La doble mirada de "Anfisbena". ensayo sobre la novela homónima de J.M. Briceño Guerrero dice de la Anfisbena:
"... que ofrece el engañoso aspecto de un reptil bicéfalo, especie de Jano metamorfoseado en serpiente."
Ese dios Jano que con su doble faz mira el pasado y el futuro, la aurora y el ocaso, el ensueño y la vigilia, siendo él mismo el presente. Al parecer era dios de las iniciaciones, pero representa también la duplicidad, la otracidad para hablar en términos cultos. Ese mismo Jano que Borges sitúa en la quinta simétrica donde muere su personaje Erick Lonröt en el relato La muerte y la brújula; el detective que luego de seguir el juego tramposo que le tiende su enemigo Scharlach el Dandy, cae atrapado por su propia búsqueda, se encuentra que la próxima víctima es él mismo. Esa quinta doble, de dos fuentes, dos escaleras, dos balcones, como una Anfisbena metamorfoseada en quinta.
Estas reflexiones me vinieron paseando por el mercado principal de Mérida, y en uno de sus pasillo me encontré con que venden Ron de Culebra ciega, ron de Anfisbena. Que es bueno para las partiduras de hueso, quizás por ese cuento de los poderes de regeneración de la culebra ciega. La sabiduria y la mitología simbólica contenida en una botella de aqua vita. La duplicidad, el número de universo según Pitágoras: La Anfisbena que se mueve veloz entre los siglos y entre las culturas y ayuda quizás a recomponer al hombre roto en partes, a soldarlas con sus poderes mágicos. En el marcado principal de Mérida se ocultan a vista de todos los símbolos que por siglos han mostrado al hombre tal y como es, en los pasillos del Mercado de Mérida venden licores simbólicos y rones mitológicos.

Foto: Nathaly Mora