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lunes, junio 02, 2014

EN BUSCA DE NUEVOS AROMAS Y SABORES



Del libro: Desnudo en la selva. Charles Brewer-Carias


1.- La etimología de recordar es traer de nuevo al corazón, o llevar el corazón hacia alguna vivencia, hoy por varias circunstancias he traído a mi corazón varias vivencias que creo han formado parte de quien soy hoy día. Recordar también es no olvidar, no olvidar de donde se viene ni a donde se quiere ir. 

De niño, como cualquier otro soñaba con viajar en aventuras a tierras inexploradas, imagino que antes que no había internet con sus herramientas poderosas, el acceso a mapas, satélites, blogs, páginas de expedicionarios, youtube, etc... esas tierras se hacían más misteriosas, más lejanas, más construidas de imaginación que de realidad. Las películas y en especial los libros para jóvenes me llenaban el corazón de sed de aventuras, mi imaginación, herramienta poderosa, me hacía viajar y recorrer mundos nunca antes visitados por el ser humano. Autores como Julio Verne, Louis Stevenson, Salgari, y muchos otros me nutrían de ganas de viajar, explorar, conocer, tomar riesgos, conquistar. Quizá la infancia de todo hombre tiene algo de eso, de aventurero, la infancia de la humanidad misma, ha tenido esa sed de aventuras y de ser conquistador.

Luego más grande tuve contacto con el escultismo, conocí el movimiento scout de Venezuela, un movimiento que le da herramientas a los jóvenes para que tengan conciencia de la importancia de cada ciudadano en la sociedad, le da herramientas para valerse por sí mismo, no sólo en el campo, en su vida ordinaria, y le da la vía para volverse útiles, honorables y sobre todo responsable de sus propios actos. Esa contacto me infundio un amor indecible por la vida al aire libre, por la acampada. 

Luego del manual scout, y escultismo para muchachos, cayeron en mis manos libros de supervivencia. Como les cuento, antes no habían internet, por eso la manera de aprender las cosas era a través de esos objetos antiguos y misteriosos llamados libros. El libro que más recuerdo de esa época es: El Manual de Aventurero de Rüdiger Nehberg. El autor es un panadero de Hamburgo, que trabaja nueve meses al año y los otros tres los ha dedicado a hacer viajes de aventura a lo largo del mundo. Por ejemplo incursionó en la selva amazónica, sólo, para conocer a los Yanomami, aventura que plasmó en otro libro. Nehberg influenció y emocionó a muchas personas con su Manual de aventuras, donde daba consejos útiles para prepararse y sobrevivir a situaciones muy particulares, unas muy interesantes y otras sino inverosímiles quizá un poco locas. Quienes han tenido en sus manos ese manual recordarán capítulos del libro con títulos tan diversos como sobrevivir en el desierto, hacer fuego sin cerillas, pedir cola (hacer autostop) o sobrevivir a la cárcel, convención de Ginebra, Lavado de cerebro, etc... como dije algunas situaciones un poco desquiciadas. Con todo, este panadero alemán marcó una generación de jóvenes que, como yo; soñaban con tener aventuras. 

Otro recuerdo que me viene al corazón es de los años ochenta, en las noticias resonaron los descubrimientos de un explorador venezolano, un hombre que exploró el mundo perdido de las altas tierras de Guayana. Un hombre que desafió la selva, se adentro en ella, la encaró, y se hizo uno con ella. Ese explorador, quizá lo recuerden porque fue imagen de Timberland e incluso diseñó un cuchillo para la marca española Marto, el famoso Cuchillo Explorador, en algún momento catalogado por los expertos en la materia como el mejor cuchillo de supervivencia del mundo. Ya sabrán que me refiero a Charles Brewer-Carias, el Indiana Jones Venezolano. Este hombre ha explorado las tierras altas de Guayana y ha hecho descubrimientos tan importantes como las cuevas del cerro Autana, las Simas de Sarisariñama, y un sistema de cuevas en el Tepuy Chimantá. Además a dirigido más de un centenar de expediciones científicas en la selva amazónica. 

En los ochenta también trasmitieron por RCTV un inolvidable programa, una serie de documentales llamado: Expedición, ese programa  me lleno de asombro por las maravillas que en Venezuela se esconden. En el programa hacían Expediciones que mostraban y explicaban los lugares más insólitos del país. Un programa único en la historia de la televisión venezolana, creo que llenó a muchos jóvenes de ganas de explorar nuestras propias tierras. Mi infancia se alimentó de historias de viajes, de aventureros de carne y hueso, de un movimiento mundial, de programas bien realizados y de un amor creciente por este paraíso al que llamamos Venezuela.

2.- Hace unos meses la maestra destiladora de la famosa marca de ginebra Hendrick´s, Lesley Gracie; en busca de sabores excitantes y nuevos, se embarcó en una aventura en la selva amazónica, una expedición en la búsqueda de hierbas desconocidas, para usarlas en una nueva mezcla botánica para la ginebra Hendrick´s. Ella con un destilador de 10 litros, con la ayuda del botánico Francisco Delascio y la guía imprescindible de Charles Brewer-Carias, se adentro en tierras venezolanas en una odisea buscando nuevos aromas y sabores. Revisó una gran cantidad de plantas hasta que finalmente consiguió una hierba a la que llaman Cola de escorpión. Ese hierba la sorprendió y luego de destilarla en plena selva, ella decidió que se usará para una edición especial del famoso destilado llamada Kanaracuni. Gracie descubrió en plena selva, un sabor único que nunca antes había probado.

3.- Hace poco en una librería encontré como por casualidad el manual de supervivencia y subsistencia: Desnudo en La Selva, del Indiana Jones venezolano. Un libro asombroso, que más se parece a un libro de cocina que a un manual de supervivencia, en él Charles hace un despliegue de conocimiento de la extensa despensa de la selva amazónica. Un libro más parecido al Diccionario botánico para cocineros de A. Anduriz que a El manual del aventurero del que ya les conté. Creo que con este compendio podría alguien dedicarse a la investigación y desarrollo de los ingredientes que en la selva amazónica se pueden conseguir el resto de su vida, y creo que ni así, podría igualar el colosal trabajo de Brewer-Carias en ese libro.

El libro trajo a mi corazón esas vivencias que acá les cuento, recuerdos de mi infancia, que se conectan por medio de la cocina, del amor por Venezuela, y de la búsqueda de los increíbles y aún desconocidos productos que tiene este país por ofrecer. Definitivamente falta mucho que recorrer en esta Odisea Culinaria, más a la luz de personajes tan importantes como Charles Brewer-Carias.

Les dejo el vídeo que hace publicidad del próximo producto que sacará Hendricks en edición limitada. Me quedo en mis recuerdos, que hoy al mirar el camino recorrido me llenan de alegría. 





lunes, diciembre 31, 2012

ODISEA CULINARIA NO HA OLVIDADO A ITACA



Entre el 2003 y el 2004 Ángel y yo estábamos fascinados de manejar una cocina, por esos días no era común que los restaurantes ofrecieran cocina venezolana. Me refiero a los restaurantes de alta cocina o mejor dicho lujosos. Y se nos ocurrio por que no montar un festival con productos venezolanos y platos con sabor a nuestro país. El festival aunque atropellado y con la mirada dudosa de los dueño del restaurant. Fue un éxito. 

Usamos producto como bagre rallado, un pescado al que llaman armadillo, mango verde, culantro, flor de saúco, guacuco, carne mechada, pero con preparaciones diferentes, usando el producto como bandera, pero con recetas distintas por ejemplo preparamos el bagre rallado a la vizcaína, insisto que hoy día esto no suena innovador pero para esa época en Merida era todo un riesgo. Tuvimos platos buenos y otros no tanto, pero nos dio confianza en lo que hacíamos y nos mostró que había producto de muy buena calidad en el país, que había una vía poco transitada para los cocineros venezolanos. Investigar y desarrollar nuestros productos. Así nació Odisea Culinaria.

Recuerdo que en ese festival me mandaron a llamar de la mesa seis una senora yo con temor fui a la mesa y me pregunta si yo era el chef, yo le respondo que si. Ella me dice: 
-Eso que me sirvió como rallado es Bagre cierto?
- Yo con mucho temor respondo- Si, es bagre, pero es bagre rallado de Barinas...
-Pues los felicito, es la primera vez que alguien se atreve a poner bagre en un menú elegante, es una audacia, pero les salió estupendo el experimento.

Angel y yo seguimos investigando e incursionando en diversas áreas d la gastronomía pues nos dimos cuenta que para aprender de los productos había que aprender a elaborar las cosas nosotros mismos, asi incursionamos en campos diversos como la panadería, la elaboración de embutidos, de quesos, de turrones, la heladería artesanal, el barismo, la cata de cafe, la elaboración de licores artesanales, la elaboración de vinos y cerveza artesanal, la historia de la gastronomía, y hasta la botánica y la agronomía ya que terminamos cultivando nuestra propia huerta, o conuco como me gusta llamarle. También nos pusimos a recopilar recetas venezolanas, primero familiares y luego de familias amigas. 

Ocho anos después y luego de rodar por muchos sitios dentro y fuera del país aprendiendo, terminamos abriendo unas cafeterías en  Caracas donde usamos cafés 100% venezolanos, y donde todos los productos desde la pastelería, los panes y hasta los embutidos los elaboramos nosotros mismos. Artesano Cafetería ha tenido buena aceptación entre los caraqueños.

Una de las cafeterias esta ubicado en pleno Casco Histórico por lo que hemos participado en las actividades que el Gobierno del Distrito capital programa mensualmente, como no somos artistas sino cocineros, así que hacemos intervenciones del bulevar Panteón y de diversas plazas del Casco Histórico con una cocina donde una vez al mes mostramos una receta tradicional venezolana, la enseñamos a preparar, les obsequiamos la receta en un volante y luego les damos una degustación a las personas que van pasando. 

Esta experiencia de la intervención es de alguna forma el resumen de todo el trabajo que ha venido haciendo Odisea Culinaria en estos últimos ocho anos. En el podemos mostrar lo que hemos aprendido y lo que nos enorgullece de nuestra gastronomía. La experiencia de todo este ano de las intervenciones dio como resultado un humilde pero muy hermoso recetario que le llamamos Muestrario de cocina tradicional: Una Odisea Culinaria por Venezuela desde el Casco histórico de Caracas. Este pequeño libro nos llena de alegría porque creemos que es necesario registrar el trabajo de investigación. 

El nombre de Odisea Culinaria se debe a un poema de Constantin Kavafis llamado Itaca, que habla del regreso de Ulises desde Troya a Itaca su tierra natal, pero el poema habla del viaje que los importante de los viajes no es llegar al objetivo sino el viaje mismo y lo que en el se puede aprender. Por lo que puedo decir que nuestra Odisea Culinaria no ha olvidado nuestra Itaca.

viernes, septiembre 03, 2010

DULCES REFLEXIONES, UN CATÁLOGO MERIDEÑO Y LA TRANSGRECIÓN DE LA JUVENTUD


Foto: Marko Sterlicchi.
Dulcería Criolla. Elaboración de los dulces: Marko Sterlicchi.
Del Catálogo de cocina merideña


Varias veces he comentado que los estudiantes de cocina, al menos en Venezuela; están más pendientes de las nuevas tendencias que de la cocina clásica. Al parecer es una actitud normal entre los jóvenes, que quieren cambiar el mundo y esta actitud no es en lo absoluto despreciable, al contrario es una de las virtudes de la juventud. Pero pienso que al igual que en las artes plásticas es necesario el hacerse de una técnica primero para que luego venga la innovación. Para pintar hay que conocer las técnicas básicas, ir de lo más sencillo a lo más complejo y tener conocimientos de las técnicas que existen para poder cambiarlas, modernizarlas o trasgredirlas. Una de las características del arte es la trasgresión, y la trasgreción es la búsqueda de la cocina de vanguardia. No lo digo a manera de ofensa o crítica, sólo que es así, debe el arte cambiar lo que hasta ese momento existe para que sea arte de vanguardia, eso debe servir también para la cocina. Pero pienso, -y esto es sólo mi humilde opinión-; que para poder trasgredir hay que conocer el objeto al que se le trasgrede. Es decir, que para poder cocinar se debe conocer las técnicas básicas y los platos representativos completamente para luego poder innovar, en la cocina se debe conocer los platos clásicos para poder cambiarlos. Y habló de que se deben saber preparar y que debería conocerse incluso las variantes de los mismos, y no desde el punto de vista racional de la compresión del plato en el papel, se debe comprender sabiéndolo elaborar perfectamente para poder cambiarlo completamente, que el cambio debe ser en su estructura y no sólo en su presentación. Un pabellón criollo servido en un timbal no tiene ya nada de vanguardista. Habrá más de uno que nombre genios de la cocina autodidáctas o genios de la pintura los cuales no conocieron las técnicas básicas o se inventaron sus propias técnicas. Por su puesto eso ha pasado, pero no es lo común. Se hace necesario que los estudiantes de cocina exploren primero lo que existe para luego innovar. ¿Cómo volar si no se sabe caminar?, diría mi papá.

Me parece que aunado a este boom de cocineros moleculares o amantes de las técnicas de vanguardia y de los aparatos de última generación, existe una creciente ignorancia de nuestros platos tradicionales. No habló ya de los clásicos de restaurantes, eso que llaman la cocina internacional; sino de los platos que pertenecen a la tradición venezolana. Claro está que iniciativas como las del Centro de Investigaciones Gastronómicas de la UNEY, el CEGA, el ICC y otras escuelas de cocina donde se ha estudiado a fondo el recetario tradicional, se ha dado a conocer, se han revisado y se han reinterpretado estos platos. Iniciativas como las del comedor del ICC donde se están explorando no sólo los platos y la técnicas sino los productos de esta tierra. Son iniciativas que apoyo y que me enorgullecen, pero que siento escasas ante lo extenso del recetario tradicional o inexistentes en otras partes del país. Insisto y lo digo con todo respeto, que el libro rojo de Scanonne no es el libro de la cocina venezolana, es el libro de la cocina caraqueña de cierto estatus social, o hay en ese libro platos como por ejemplo ¿spaguettis con caraotas? No es que desprecie el libro ni la labor de Don Armando, no es que yo no tenga el libro o que no haya aprendido muchas cosas de él, pero creo- y esta es mi humilde opinión-, que hacen faltas más libros de cocina, más investigadores que publiquen recetarios de otras regiones del país, (se que hay muchos ahora, pero no suficientes aún); pero por sobre todo que esas publicaciones sean masivas, que lleguen a todos, que no se agoten que no sean difíciles de encontrar que no sean publicaciones secretas de las bibliotecas universitarias o regalos de empresas a ciertos clientes y amigos. Se debe dar el debido apoyo a la investigación, publicación y DISTRIBUCIÓN de obras de cocina tradicional venezolana, que esas investigaciones no se queden escondidas en la oscuridad, que salgan a la luz y que lleguen a muchos hogares. Libros recientes como el de Las recetas olvidadas de Gamal El Fakih, hermoso recetario de cocina merideña que la única forma de comprarlo es en Dólares y a través de Internet porque no ha recibido el apoyo en su país para publicarlo y por eso lo publicó en Canadá.

Ante estos problemas tuve la grata sorpresa de que un joven estudiante de Hotelería,
merideño de apenas veinte años, hizo como tesis de grado un catálogo de cocina merideña, donde no sólo reseñó platos poco conocidos de la cocina tradicional de estas tierras como el currunchete, el pescuezo relleno o las papas con saní, sino que propuso editarlo y ponerlo en hoteles, posadas y sitios turísticos para que el público conozca platos de la cocina que de seguro jamás han comido. Propuso más, propuso en su tesis que los restaurantes de los hoteles deben tener en sus menús al menos uno de estos platos tradicionales para que los turistas puedan degustarlos y como parte de un plan de turismo gastronómico. Lo interesante del proyecto de este joven cocinero es que para hacer su tesis investigó en las bibliotecas, hizo entrevistas entre personajes merideños y se fue pasante a uno de los únicos restaurantes de cocina merideña que existen que es el Restaurante El Morocho. Allí aprendió a cocinar estos platos, y así lo hizo para el catálogo, él mismo preparó todos los platos, los fotografió y estandarizó las receta. Además incluye una investigación etnohistórica del plato: Etimología del nombre, el por qué de su preparación, consumidores habituales, y hasta datos como costumbres de consumo del plato, a qué hora se come, dónde, etc...

Demás está decir que su tesis obtuvo veinte puntos y mención publicación, que este trabajo le llevó cerca de un año y que lo hizo demostrando su pasión por la cocina, su amor por el país y su respeto por las tradiciones venezolanas. Marko Sterlicchi, así se llama este prometedor cocinero, es un ejemplo de trabajo y amor por la cocina, y creo que llegará a ser un destacado Chef venezolano en poco tiempo.


domingo, septiembre 27, 2009

GEOGRAFÍA GASTRONÓMICA DE VENEZUELA


Hoy en día con la miríada de cocineros que andan en busca de los sabores venezolanos, no está demás comentar de algunos libros destacables del tema de la cocina venezolana. Geografía Gastronómica es uno que destacar, Ramón David León escribió este libro a partir de la recopilación de artículos que sobre la cocina venezolana había publicado, en especial un artículo-como relata él mismo en su libro- sobre la vernácula hallaca. Este libro por demás difícil de encontrar fue reeditado por José Rafael Lovera hace un par de años, pero hoy en día ni en el propio CEGA se encuentra. Yo lo había ojeado en la estupenda biblioteca del Centro de Investigaciones de Gastronomía de la UNEY, pero al fin lo tuve hace poco, lo compré usado en la Avenida Fuerzas Armadas luego de una larga búsqueda.

Yo tenía referencia del libro por otros autores como Rafale Cartay que en su libro El Pan Nuestro de Cada Día publica varias recetas del libro en mención. Pero enfrentarlo y catarlo es otra cosa. El periodista venezolano León relata de manera sabrosa y de fácil lectura anécdotas de cada plato una sencilla descripción de la preparación de ellos. Nos lleva a muchos rincones del país, y como el mismo Ramón David dice, que su conocimiento de los platos y de los pueblos que menciona es de primera mano, porque en persona a degustado y conocido todo lo que en el libro relata. Esta libro nos pasea por el país de una manera deliciosa, quizás podría llenarnos de melancolía porque en la época en que lo escribió ya se quejaba de la falta de productos, de producción, del desamor por los productos y recetas criollas y una tristeza de pérdida de la Venezuela abocada al campo por obra del famoso petróleo que nos ha traído más desventuras que beneficios, digo a nosotros los que no nos hemos robado el dinero que de él viene.

El Chef Francisco Abenante en el próximo SIG hablará de Venezuela desde esta obra de Ramón David León, y tratará de mostrar recetas de este magnífico libro. Sería oportuna la ponencia de Abenante para presentar una reedición de esta obra que es casi objeto de colección.

miércoles, diciembre 31, 2008

MANUAL DEL DESTILADOR LICORISTA, Y MI REGALO DE NAVIDAD


Mi tío abuelo Edmundo, mejor conocido como Mundo, del cual se muy poco, solo que era un hombre tranquilo, hermano de mi abuela, quien vivió en Caracas y que murió relativamente joven, dejó unos libros, los cuales heredé, o mejor dicho me heredé, ya que nadie los tenía en cuenta los tomé para mí, por aquello de que los libros no son de quien los tiene sino de quien los necesita. Así, en mi herencia tomé este libro que sale en la foto. Una vez con mi amigo César Coll planeamos montar una empresita de elaboración de vino de mora, pues mi amigo lo prepara estupendamente, le preste el libro, la empresa nunca se realizó, más por mi falta de interés que por la de él, y de eso hace como nueve años. Le pedí el libro y el libro desapareció de su casa. Mucho tiempo después cuando mi interés se posó en la elaboración de licores extrañé ese libro que me heredé y luego me desheredé, porque dicen que los libros "tienen su orgullo, si alguien los presta, no vuelven." Durante mucho tiempo cada vez que veía a César le preguntaba si mi librito no habría aparecido, y siempre dijo que no.

El pasado lunes, mi hermana haciendo unas diligencias entró sin saber en el negocio de mi amigo César, el cual no es de vinos sino una papelería, y él que la reconoció de inmediato me mandó el libro con ella, nueve años después y justo antes de comenzar este año nuevo. Creo que es un regalo que me envían por trabajar y desear tanto. En el libro dan recetas y técnicas de elaboración desde espíritus hasta helados y gaseosas, pero la carnita del Manual del Licorista-Destilador son por su puesto los licores de los cuales da las recetas más famosas y antiguas de que se tienen historia.

Así, que con esta joya en mis manos que data de 1909 justo cien años este año que entra hoy, me dispondré a realizar algunos experimentos con licores por maceración de los cuales les contaré por esta vía. Mientras les dejo esta receta de León Arnou, autor del libro, quien era en el momento de escribirlo Presidente del Sindicato de los Confiteros de París.

Aguardiente de Hendaya
Coriandro.....................750 gr.
Anís verde....................250 __
Badiana.......................250 __
Cardamomo....................60__
Raíces de Angélica............250 __
Cáscaras de limón.............250__
Alcohol de 85º...................42 Litros

Hacer macerar y destilar según método conocido para obtener 40 litors de espíritu perfumado; añadir luego:

Azúcar ....................50 Kilogramos
Agua.......................30 litros

Para colorear de amarillo, añadir:

Tintura de azafrán .......1/2 litro

Sacado del: Manual del Destilador Licorista. León Arnou. París 1909. Librería de la Vª de CH. Bouret.







miércoles, marzo 05, 2008

LAS BERENJENAS, LA CENA DE BORGES Y BALTAZAR


Tres cosas me tienen preso

De amores el corazón:

La Bella Inés, el jamón

Y las berenjenas con queso

BALTAZAR DE ALCÁZAR(SIGLO XVI)



De berenjenas sólo el nombre, elogios al libro más que nada, El elogio de la Berenjena es un excelente libro lleno de anécdotas como esta de J.L. Borges, tan caro a mi corazón:

"El argentino Jorge Luis Borges contó una vez-con ese tono de sorna mentirosa que usaba en algunas ocasiones para burlarse de sí mismo-que había decidido divorciarse de su primera mujer la noche en que ella le sirvió de cena, al mismo tiempo, un plato de ensalada y un café con leche. Lo consideró, con toda razón, un menú abominable."Me dí cuenta-dijo-que no me quería"
Esta es una de las deliciosas anécdotas que nos ofrece este libro de Abel Gonzáles. El autor por cierto confiesa en una entrevista que el nombre del libro lo hizo en honor al relato de Galeano que pusismos en el post anterior. En este libro Abel pone anécdotas de famosos que van desde personalidades de la literatura,pasando por famosos del cine y la música, vale la pena leerlo y adquirirlo, no sólo lo pidan prestado comprenlo.