Ayer que iba de viaje hacia Valencia nos detuvimos en Santo Domingo (Mèrida), en el Restaurant 150 pizzas. Es un local muy bonito, ya lo conocía, pero ahora se mudaron de sitio y es muy agradable, tienen calefacción y la atención es maravillosa. Allí pueden degustar cualquiera de las pizzas gourmet de la larga lista, son muy buenas; también ofrecen ensaladas, crepes, truchas y unas entradas delicadisimas, tienen festivales gastronómicos permanentes.
Yo esta vez no comí sino que fui a comprar caviar de trucha que venden ellos, para llevarles a Cuchi y su equipo. Me parece estupendo que ellos no sólo lo venden sino que lo procesan y lo ahuman ligeramente para luego ponerlo en unos frasquitos muy bonitos. Lo ofrecen de tres tipos, uno que llaman golden, que es de primera calidad, de un color dorado y es de truchas salmonadas, va de un color dorado hasta un color rojizo. En cuanto al sabor les hablaré cuando hagamos las pruebas. El otro que ofrecen es uno que llaman perla, que es más claro que el golden, y además es de truchas normales.
Una cosa que me sorprendió gratamente, fue que ellos también venden setas, que recolectan en las montañas de los alrededores, no sólo boletus sino otros tipos, lo interesante es que en temporada se consiguen frescas, y las que no venden o usan las secan y las ofrecen en bolsitas. Por cierto que están bien informados y están seguros que las setas son comestibles.
Hablé con Vicente el amable encargado, un excelente anfitrión, y quedé en ponerme en contacto con ellos para ir a la recolección de las setas, les contaré cuando lleguén las lluvias.
Otra sopresa que ofrecen en ese sitio son escargots, son frescos, es decir ellos los crian y los procesan, y no sólo se pueden degustar en el restaurant sino que se pueden comprar para uno mismo prepararlos. También ofrecen trucha ahumada, todo lo procesan ellos mismos.
Por cierto, que mientras conversamos con el encargado, comimos una torta tres lechas rellena de chocolate y cubierta de almendras fileteadas, QUE MARAVILLA, en serio yo no soy muy dulcero y me fascinó. Las almendras como que equilibraron el dulce del postre y no me empalagó; por cierto que lo ofrecen relleno de otras cosas.
Yo apoyo la iniciativa y el trabajo de Douglas, el dueño del restaurant, ya que no sólo ha creado un bello sitio, con un equipo de trabajo esmerado, con una cocina muy buena y delicada, sino que también están trabajando en pro de los productos gastronómicos interesantes, estan abriendo camino en un camino aún virgen en nuestro país.
Visiten el sitio, coman o compren las delicias que ofrecen para llevar.
El local queda en la carretera Mérida-Barinas, al lado de la farmacia Santo Domingo. También tienen un local en la ciudad de Mérida, donde se consigue lo mismo que arriba pero sin el encanto de las montañas, ese queda en la Av. Las Américas, C.C. Mamayeya, planta baja.
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