viernes, enero 26, 2007

La fruta de Gómez



Me cuentan que en el gobierno del General Gómez fue la primera vez que hubo trato con el gobierno de la India, es decir en 1929 más o menos fue fundada la Embajada de la India en Venezuela. En el trato con los enviados a la India le contaron al General Gómez que por esas tierras lejanas tenían una planta cuyo fruto era muy saludable, que quien lo consumía podía vivir hasta los 100 años o más. El General se vio interesado en conocer y consumir esa fruta maravillosa, así que mediante acuerdos con la Embajada hizo traer esa maravilla de tierras tan lejanas. Un tiempo en hacer los contactos, el tiempo en preparar las plantas para traerlas, el barco, el cuidado de las mismas en la nave, el largo viaje, el desembarco, la llevada desde el Puerto hasta Maracay. Al mostrarle aquella maravillosa planta traída desde tierras lejanas y con tantas dificultades, les sorprendió a todos ver: Plantas de Semerucos, sí, de esas que hay allá en el cerro y un canto nuevo para cantar, de esas que abundan en Lara.


No sé si el cuento es cierto, lo que puede decir es que el mango que sentimos tan nuestro tiene apenas siglo y medio de estar por estos lares, así que aquella imagen de bolívar estudiando bajo una gran mata de mango con Andrés Bello es quizás fruto de la imaginación.



El Semeruco (Malpighia glabra L.)

La fruta madura del semeruco es reconocida mundialmente como la de más alto contenido de ácido ascórbico, lo cual le confiere a la especie un alto valor hortícola.
El semeruco pertenece al género Malpighia (familia Malpighiceae) el cual comprende aproximadamente treinta especies distribuidas en el continente americano desde el sur de Texas hasta Perú. La planta está igualmente presente en todo el arco del Caribe, de Trinidad y Tobago a Cuba y su origen exacto no está bien determinado. Es un arbusto que puede medir de 3 a 6 m de alto, tiene numerosas ramas que le dan un porte grueso y de matorral, éstas son generalmente dirigidas hacia arriba. Las hojas son simples, enteras y opuestas, de color verde oscuro. Las flores miden de 12 a 15 mm y tienen 5 pétalos rojos, rosados y algunas veces blancos (10).

La especie Malpighia glabra posee hojas con el ápice agudo o acuminado y están distribuidas a lo largo de las ramas, comúnmente con pecíolos de 5 a 12 mm de largo y frutos lisos, en ello se diferencia de M. emarginata que son las dos especies presentes en Venezuela (12).
Un fruto de semeruco de 20 g, en el cual la mitad de su peso es pulpa, contiene de 200 a 300 mg de ácido ascórbico, que corresponde a cinco veces la dosis diaria recomendada (16). Hasta hace algunos años la planta fue usada como arbusto ornamental, pero por poseer cantidades excepcionales de vitamina C, en Puerto Rico se inició su estudio desde 1946 con la finalidad de impulsar el desarrollo industrial en la zona del Caribe. Además de las excelentes propiedades alimenticias, el semeruco es un arbusto tropical relativamente resistente a sequía, adaptado a un amplio rango de tipos de suelo.

Sin embargo, en Venezuela el semeruco es considerado una especie frutícola menor al igual que el icaco, la ciruela de huesito, la chirimoya, el merey y la granada. No se conocen trabajos relacionados con la selección de materiales con fines agronómicos, ello demanda la suma de esfuerzos para la propagación clonal de plantas de semeruco seleccionadas a nivel nacional. Es importante destacar que la propagación del semeruco por semillas genera plantas distintas a la original; así mismo, en la mayoría de los casos de las tres semillas de cada fruto sólo una es fértil, lo que implica la utilización de altas densidades de siembra.






INFORMACIÓN
RIVERO MALDONADO, G. del C, GUERRERO, R y RAMIREZ, M. Enraizamiento de estacas de semeruco (Malpighia glabra L.). Rev. Fac. Agron., ene. 2005, vol.22, no.1, p.34-41. ISSN

domingo, enero 14, 2007

La Divina Pastora






Parece una marcha política, pero no, es la procesión más grande del país donde los venezolanos demuestran la fe de este bello pueblo.








Hoy 14 de enero se lleva a cabo el acto de fe más multitudinario de Venezuela, la procesión de La Divina Pastora.

Cuentan que esta deidad proviene de Sevilla (España). Al parecer un cura Capuchino de nombre Isidoro de Sevilla, recibió una revelación en uno de sus sueños. Era la imagen de la divina Pastora. Días más tarde, le dio al artista Miguel Alonso de Tovar, una descripción detallada de su visión para que éste realizara un cuadro. La imagen de la virgen con sombrero pastoril, cubierta por una manto azul, sosteniendo en su mano izquierda al niño y apoyando la derecha sobre un cordero, fue llamada "Divina Pastora de Almas". Años más tarde, el escultor Francisco Antonio Gijón, esculpió la imagen tamaño natural de la Divina Pastora. Y en el año 1.705, la imagen fue llevada a su primera procesión en este país europeo.

La historia de la Divina Pastora
en Venezuela se remonta al año 1736, fecha en la que el párroco de la población de Santa Rosa le encomendó a un escultor que le hiciera una imagen de la Inmaculada Concepción. Sin saber por qué, la figura que llegó al pueblo fue la de la Divina Pastora y aunque el sacerdote quiso devolverla, no pudieron pues fueron incapaces de cargar el cajón en donde venía la estatua. El pueblo entero dedujo que este extraño hecho indicaba que la efigie religiosa deseaba quedarse en Santa Rosa.Además de esta curiosa historia, en el siglo XIX ocurrió otro hecho fantástico que consolidó a esta deidad como la patrona del estado Lara. En el año 1855 hubo una epidemia de cólera que afectó a Venezuela. Una gran cantidad de familias de Barquisimeto sufrió graves consecuencias por este mal y ya desesperados le imploraron a esta imagen religiosa que los ayudara. Se cuenta que el sacerdote José Macario Yépez, párroco de la barquisimetana iglesia de la Concepción, se ofreció ante la Virgen a ser la última víctima de la enfermedad. Algunas historias dicen que seis meses después del ofrecimiento, el sacerdote murió y la epidemia abandona la ciudad; otras, indican que el mismo día de la petición cesó la epidemia.En recuerdo de este milagro, todos los 14 de enero se realiza una procesión en honor a la Divina Pastora. Sale desde la población de Santa Rosa y pasea hasta la Catedral Metropolitana de Barquisimeto. Y desde el 14 de enero y hasta el domingo de ramos (antes de la Semana Santa), la imagen de la Divina Pastora pasea por los 44 templos del estado Lara.Cada año, miles de personas se reúnen para participar juntas en una de las procesiones más concurridas de Venezuela, en las que se recorren unos cinco kilómetros aproximadamente. Durante el resto del año, este icono religioso se encuentra ubicado en la iglesia de Santa Rosa, un pueblo cercano a la capital del estado Lara. Allí, todos los nativos de esta localidad venezolana veneran a la Divina Pastora con devoción, fe y esperanza. Le regalan sombreros, trajes, telas preciosas. En el barrio La Pastora de la ciudad de Caracas, se construyó en 1745 un templo dedicado a la adoración de esta Virgen.
En este día, en esta hora, ora por nosotros Divina Pastora y conduce a este tu pueblo hacia el Señor, hacia la Paz y hacia la Comprensión.

jueves, enero 11, 2007

Tocó la puerta de mi casa, la muerte.

Hace unos días puse un post sobre la tristeza y los recuerdos, de lo que nos trajo y se llevó el año nuevo y que de cara al nuevo año una buena actitud sobre la vida. Es extraño, ese post lo comenzé a escribir el primero de enero y lo terminé y publiqué el 5 de diciembre. Fue extraño porque hablé de la muerte. Hoy recuerdo una frase de Jean Racine en su Fedra: "La muerte se esconde en el ínfimo paso del instante." Así, la muerte salió de su escondite y sorprendió a mi madre en la madrugada del nueve, este martes. Consternados y tristes estamos quienes la conocimos.

Acá les dejo unas palabras que escribí para el día del funeral que me gustaría compartir con los apreciados lectores:

Hoy estamos aquí para despedir a Haydeé, mujer fuerte, incansable luchadora, abnegado ser humano, persona sensible, hija preocupada, ferviente católica, dedicada esposa, apasionada profesional, dinámica colega, apreciada compañera de trabajo, tenaz gremialista, trabajadora responsable, paciente profesora, solidaria amiga, queridísima sobrina, hermana ejemplar, respetada prima, amada cuñada, anhelada tía, maravillosa y amorosa madre, inolvidable persona, …


Hay golpes en la vida, tan fuertes... Yo no sé!
Golpes como del odio de Dios; como si ante ellos,
la resaca de todo lo sufrido
se empozara en el alma... Yo no sé!

Son pocos; pero son... Abren zanjas oscuras
en el rostro más fiero y en el lomo más fuerte.
Serán tal vez los potros de bárbaros atilas;
o los heraldos negros que nos manda la Muerte.

Hay golpes en la vida, tan fuertes... Yo no sé!

Los Heraldos Negros. César Vallejo



Mi mamá fue todo un personaje; quienes la conocimos sabemos que ella amó la vida, la saboreó, supo contagiar a todos esa alegría tan suya, ella bailó con la vida; en las situaciones más difíciles supo salir adelante, dignamente, con la cabeza en alto; su solidaridad y preocupación fueron piedras angulares de la familia; su generosidad fue un gran abrazo con el que a todos nos estrechó. Como madre fue intachable, abnegada, amorosa, paciente, solidaria, única.

Este momento que para muchos es tan triste, esta separación que causa un dolor no sólo en el corazón sino también en las entrañas; este momento que nos llena de angustia por esta separación no debe ser amargo, más bien debe ser un momento de felicidad, de dicha; las campanas de alegría deberían tocar por mi mamá, porque este es el momento en el que ella se encuentra con algo más grande, este es el momento más importante de su vida, porque esta vida no es más que una transición, porque este mundo es una colonia para la rehabilitación de las almas, para su aprendizaje, fortalecimiento y evolución; hoy es el día en que mi madre trasciende a otro plano, en el que toda sus luchas, sufrimientos y trabajo serán recompensados. Hoy ella termina este ciclo, hoy ella está en el llegadero y está encontrándose con Nuestro Señor. Así que todos, sin excepción debemos alegrarnos por ella, debemos dejarla ir a ese encuentro tan anhelado, no debemos ser ataduras para ella, dejemos que vaya en paz y llena de alegría al encuentro supremo. Ella que tuvo una profunda fe, hoy está camino a un lugar mejor, porque esto no es el final del camino, es el principio de él.

Sé que este momento es difícil, tan difícil que no logramos entender, que no creemos poder salir adelante, en este momento seamos fuertes, hagamos que mi mamá se sienta orgullosa de nosotros, pidamos a Dios fortaleza, sabiduría y resignación porque entendemos que todo esto es una prueba para nosotros y un momento sagrado para ella.

Estamos llenos de agradecimientos a todos los que están aquí, no sólo físicamente sino en alma, espíritu, pensamiento y corazón. Los amigos deben ser como la sangre, venir a la herida sin que nadie los llame; todos, amigos, familiares, compañeros de trabajo, colegas, alumnos, todos han sido más que la sangre en este momento tan difícil, en esta prueba, nos han tendido muchas manos para sostenernos, nos han colmado de cariño, de apoyo, de amor, nunca dejaremos de estar agradecidos. Estamos agradablemente sorprendidos de todas las palabras de aliento, de todas las bellas cosas que han dicho de mi madre, créanme que nunca imaginamos que la apreciaran tanto, que tantas personas la tuvieran en tan alta estima. Gracias por todos los acuerdos, palabras, escritos, llamadas, abrazos, poemas, atenciones, obsequios de toda clase y por hacer que ella esté rodeada de flores y de amor.

A ella le decimos gracias por todo lo que hizo, por el ejemplo que fue y será siempre, y le deseamos que ahora que se encontrará con el abuelo Felipe, con la abuela Juanita, con la abuela Omaira, con el tío Hermidas, con la tía Margarita, con la abuela Elvia, con el tío Mundo, con su amiga la Pequeña, con mi Miriam, que hoy no nos extrañe tanto, y que se sienta a gusto en su nuevo lugar. Sé que algún día será ella quién nos reciba en esos lugares.

HASTA PRONTO HAYDEÉ

HASTA PRONTO MAMÁ

NUNCA TE OLVIDAREMOS

domingo, enero 07, 2007

Roscón de Reyes








En España, México y otros países para celebrar el día de reyes se prepara el Roscón de reyes, que es un pan festivo en forma de rosca o anillo, es dulce y suele tener fruta escarchada o confitadas. Curiosamente el origen de este pan parece ser romano y no tiene nada que ver con los reyes magos sino con las fiestas en honor a Saturno, saturnales; fiestas que celebraban los días mas largos que comenazan a llegar luego del solsticio de invierno, se hacían una especie de torta de higos, dátiles y miel que se repartían entre plebeyos y esclavos por igual. en la edad media se introducía un grano, una haba o algo en el roscón o torta y a quien le tocaba era proclamado rey de reyes o rey por un día.


El rey de España Feliepe V tomó la tradición de Francia donde se le conocía como: galettes des Rois el premio que ponía por lo general era una joya de valor. En Portugal se le conoce como bolo de rei. En México no se esconde un anilo ni una haba sino muñequitos que vienen a representar los días que el niño dios estuvo escondido. Originalmente los muñequitos se hacían de cerámica, ahora los hacen de plástico. La cantidad de muñequitos dependen del tamaño de la rosca, y no necesariamente llevan muñequitos, pueden ser con o sin muñecos. Lleva muñequitos que representan al niño Jesús y una haba. La rosca es elaborada con harina de trigo con levadura, huevos, azúcar, sal, agua de azahar, raspadura de cáscara de naranja, anís y mantequilla, se adorna con frutas cristalizadas como higo, cascara seca de naranja, acitrón, azúcar espolvoreada encima, hoy día el roscón incluso lo rellenan de cremas o de chocolate. La tradición dice que quien encuentre la haba deberá pagar el roscón o comprar tamales para el día de la candelaria que es el 2 de febrero. En alguno lugares del interior de México, se acostumbra colocar en la masa de la rosca un anillo y un dedal que significan matrimonio próximo y soltería durante el año, respectivamente. El roscón se sirve con chocolate caliente.

Mañana de Reyes y magia

Las mañana de diciembre y enero en Mérida son hermosas, soleadas, llenas de una claridad que sobrecoge el espíritu, que vivifica, que nos hacen sentir plenos.
Las mañanas de domingo en enero son especialmente tranquilas, parece que las nubes pastaran en el azul de los prados del cielo. La magia se respira en el aire, es un aroma que sólo se le reconoce si se sienta uno tranquilo a ver a las águilas blancas estirarse bajo el sol de las nueve de la mañana.
Mañana del siete de enero, domingo en Mérida, ya los reyes se van, por un camino oculto, por un camino desconocido para quienes no están con ellos. Nos dejaron sus obsequios y tal como llegaron se fueron. Nos dejaron su magia, o quizás siempre estuvo con nosotros, sólo nos la mostraron.
Nos trajeron oro, incienso y mirra... bueno, no a nosotros al niño y muchas cosas más. Vinieron de Oriente con su magia, Deseo que les traiga a todos en este año muchas sabrosas comidas, buena ventura, éxito, salud y lo que sea que esperen o mejor se propogan este año. Les dejo este cuadro de Paul Cezanne para que desayunen ligero, cerezas y meocotones...



BUEN PROVECHO!!

viernes, enero 05, 2007

El Fogón de Carmelo

Hoy fui con mi papá a almorzar, fuimos por la Pedregosa y llegamos a un pequeño sitio llamado el Fogón de Carmelo, sencillo y acogedor, mesas de rolas de madera, como bancos tocones de madera, antiguedades adornan las paredes. Una estufa de hierro sirve de mesa para excibir adornos, una rocola o más bien el marcador de una rocola, una chimenea, una estufa de leña y horno de leña que sirve tanto para hacer pizzas como para hacer una foccacia que ponen con salsitas como abre bocas. El menú es variado ofrecen lomitos con una gran variedad de salsas, pollo y platos combinados, como ya dije pizzas y sopas; la más famosa el chupe de camarones que sirven en cazuela de barro con una cubierta de masa de pizza muy finita que luego meten unos minutos en el horno de leña.

Les recomiendo el sitio, la atención es buena, el sitio acogedor, la comida rica, se ve que es hecha cn cariño. Queda a unos 5 minutos luego de la gran parada vía La Pedregosa Alta, a mano izquierda, es pequeño pero muy lindo lugar.

Mejor tarde que nunca


Encontré esta entrevista del diario El Nacional a Rafael Cartay sobre la hallaca, me permito copiarla y postarla acá, aunque tarde por que ya pasaron las navidades, pero no los Reyes Magos, así que con permiso de mis lectores se las pongo a continuación.


"La hallaca es también un alimento para el alma"
Economista, investigador y escritor, Rafael Cartay reúne a lo largo de su trayectoria una galería de títulos que expresan las variantes de la cultura venezolana. Con extensos estudios sobre la alimentación y la gastronomía, de la mano de la Fundación Bigott nos entrega una revisión sobre La Hallaca, plato nacional venezolano que con mayor fuerza en época de Navidad, es símbolo de la integración de nuestros valores.
Patricia Pérez
pperez@el-nacional.com


Rafael Cartay La nacionalidad del paladar en una hallaca

Llegó la fecha esperada. La familia viaja a reunirse con el mismo pretexto que lo ha hecho desde que se tiene memoria. Se abraza y en el calor de la cocina se regocija entre gaitas y parrandas. Con tareas definidas, desde los más pequeños adoptan ese rol culinario que tanta alegría les causa; mientras otros en silencio participan y recuerdan a los que ya se han ido, entre olores de nostalgia. La preparación de la hallaca se repite nuevamente como el ritual de siempre, ese que muy bien describe Cartay en sus muy sentidas letras, y ahora respuestas.

¿Cómo se convirtió la hallaca en un plato ceremonial?
Desde 1920 la hallaca deja de ser un alimento ordinario para convertirse en un alimento extraordinario, y en el centro de la Navidad venezolana. A partir de ese momento, la hallaca se comienza a celebrar de manera gastronómica, porque la Navidad se celebraba únicamente con juegos artificiales, villancicos y aguinaldos.
Desde hace aproximadamente 100 años la hallaca se convirtió en el centro de la mesa navideña, acompañada por el pan de jamón y el dulce de lechoza. Y comenzó a darse la costumbre de beber durante la preparación, en una especie de reencuentro de todos los miembros de la familia, y es por esto que se convierte en una comida ritual, que es propia de la Navidad.

Al darle el calificativo de plato ceremonial, de consumo colectivo o común a un grupo, ¿podría decirse que la hallaca es capaz de unir a los venezolanos esta Navidad?
Sí, siempre los ha unido. Y los contrincantes de épocas pasadas decían: "las próximas hallacas las comeremos en Caracas, o las comeremos en Venezuela". Siempre la hallaca ha sido el símbolo gastronómico más importante de Venezuela. La hallaca es ritual y une a la gente en todas las épocas, porque es la celebración gastronómica de la Navidad.
Este tiempo es de confluencia, de amistad, de amor, de unión; donde se olvidan todos los conflictos, los resentimientos, los problemas y los odios. Y no es solamente la hallaca, sino la Navidad como sentimiento católico y de fraternidad.

De las cuatro partes que conforman la hallaca: masa, guiso, adorno y envoltura. En el libro parece dársele mayor importancia a la masa. ¿Es esto así?
No, esas cuatro partes son indivisibles. El adorno es tan importante como el amarrado, y todo eso en conjunto forma la hallaca. Si alguna de esas cosas falta no hay hallaca.

¿En qué regiones del país se prepara la hallaca en otras épocas del año?
En todas las regiones del país. Por ejemplo en el estado Táchira la hallaca se prepara como comida de fin de semana, pero no tienen la misma preparación de la hallaca en Navidad. Son las llamadas "hallacas bobas", porque el guiso es muy simple y no es una hallaca elaborada con todo el rigor, y con las recetas y la participación de la familia. Son como hallaquitas mejoradas, pero no es la verdadera hallaca.
El término hallaca sólo se utiliza en Venezuela, a pesar de la existencia del tamar, tamal, tamaro, que son nombres de tipos de hallacas. En la zona de la región andina se utilizan nombres que recuerdan al tamal.

¿Podría decirse que la condición de permanencia de la hallaca ha sido defendida de generación tras generación?
No precisamente, porque todos los pueblos tienen elementos de su alma. Son los elementos que recuerdan a la infancia. Y la hallaca es el elemento de mayor resistencia, junto al pabellón criollo. El dulce de lechoza y los buñuelos son elementos que se convierten en emblemáticos del país, y quizás es lo que se recuerda con más amor y cariño. La tradición es el recuerdo de la infancia.

¿Qué es para Cartay la hallaca?
La hallaca no es solamente lo que se está viendo, la hallaca también es una celebración compartida, es una fiesta navideña. Los alimentos son simbólicos, siempre hay que tenerlo presente. Cuando se muerde una hallaca no se está comiendo sólo un pedazo de masa, con un guiso adentro; se está mordiendo al símbolo de la Navidad venezolana, de la familia. Como yo digo: estás mordiendo incluso a tu mamá. El recuerdo de tu mamá muerta que resucita en una hallaca. Como también lo dice Aquiles Nazoa: "Voy a comerme el alma de Caracas, encarnada esta vez en dos hallacas".
La hallaca es singular, desde niños somos entrenados para diferentes sabores. Cuando se van probando los sabores de la Navidad, por lo general estos se magnifican en la vida adulta. Porque es el recuerdo de los primeros vestidos, del estreno, de los zapatos que se usaron; y esos recuerdos están ligados a los recuerdos de la hallaca, y cuando se sienten estos sabores, se sienten cada uno de estos momentos.
Pero no es cualquier hallaca, es la hallaca de tu mamá. Puede ser la hallaca de tu mamá peor que la de los vecinos, pero es la hallaca de tu mamá, porque para esos sabores hemos sido entrenados. La hallaca es un acto de magia, de amor, es como una especie de alquimia gastronómica. Es también el alimento del alma. Siempre he creído que la hallaca es uno de los elementos más importantes de la nacionalidad.

Si comparamos la hallaca con una composición musical, ¿con cuáles características transitarían los sabores de la hallaca por nuestro paladar?
La hallaca puede ser comparada con el pabellón o con una sinfonía musical, porque allí se armonizan toda una cantidad de sabores dispares. La hallaca es como una música armónica que te trae frescura y te recuerda toda la infancia de un solo golpe.
Como las buenas sinfonías de los grandes clásicos de la música mundial. Cuando se escucha a los grandes de la música rusa, se recuerda al campo ruso. Igual sucede con "Las Cuatro Estaciones" de Vivaldi, cuando se siente a la naturaleza. Lo mismo sucede con la hallaca, cuando se muerde la hallaca se viven todos los mejores recuerdos de la infancia, la familia, y el alma del país. Y se está sintiendo la Navidad.

Sabrosos recuerdos

Luego del Pernil, hallacas, pan de jamón, torta negra, las uvas de los deseos faltando cinco pa´ las doce… luego del abrazo eufórico entre familiares, entre seres queridos, hay un instante en que uno recuerda a esos quienes ya no están. A esos quienes nos hacen falta sobre todo en estos días de fiestas, de familia, de amor. Frente al recuerdo la melancolía de ya no tenerlos junto a uno. Frente a la melancolía, la resignación de que están en un lugar mejor, que trascendieron a un ámbito superior. Hoy primer día de esta año nuevo, recuerdo lo que nos dio y nos quitó el año viejo, y más que una burra, una yegua blanca nos dio muchas otra cosas entre las más preciadas la salud. Sin salud no hay nada. El 2006 nos trajo muchas cosas y se llevó a algunos seres muy queridos, cercanos, entrañables, “extrañables”, el 2006 nos trajo muchas alegrías y éxitos y varias tristezas profundas y ciertos reveses.

Hoy de cara a este nuevo año, deseo para todos una actitud bella ante la vida, porque como decía Mimi, quien amaba profundamente la vida: “La vida es hermosa” es maravillosa y está llena de sorpresas que esperan por ser descubiertas. Mimi hizo de la cocina un instrumento con el cual dio amor, esparció alegría, llenó de satisfacción y curó algunas penas de los comensales que tuvimos la suerte de degustar sus exquisiteces. Mi abuela que también amó la vida y apreciaba la maravilla que encierra la aparente simplicidad de las cosas, cocinaba con cariño, sapiencia y mucho respeto ante los ingredientes, estaba consciente de que el acto de cocinar era el acto de entrar en contacto con la gente, de expresar y llenar de dicha a los comensales. Una vez que vino una familia de Caracas, muy elegante y viajados, una amiga de mi abuela le dio una receta nueva, ella la ensayo con los sofisticados visitantes, el plato fue todo un éxito, la Sra. Julia que era conocida por su habilidad en los fogones le preguntó a mi abuela:
-Omaira, que exquisito plato, ¿cómo se llama?; Mi abuela que olvidó preguntarle a su amiga el nombre del platillo respondió: - Timoti, en honor a mi hijo Luis Enrique que nación en Timotes. Esto para salir del paso. Julia le respondió: - Muy rico, tiene cierto parecido con la polenta.

Hoy que las extraño tanto, me llena de alegría haberlas conocido, porque me enseñaron que hay que vivir con alegría y dignidad aún cuando todo esté en contra, aún cuando creamos que no hay salida, aún cuando la muerte espera impaciente en las puertas de nuestra casa. A estas dos cocineras amorosas, familiares, pilares de su casa, ejemplos de vida les debo mucho en la cocina y en mi vida, estén donde estén gracias, y espero que brinden con ambrosia. SALUD

jueves, enero 04, 2007

Dos tradiciones de Mérida: El Pesebre y la Paradura



Esto es un extracto del libro de mi amigo el Profesor Francisco Rivero llamado: Visitando Mèrida. Acá les dejó lo que el dice acerca de estas dos tradiciones tan andinas, tan merideñas. En lo personal recuerdo el olor del biscochuelo perfumado con miche hinojado, el vino pasita, que es un vino que hacen de cambur, es dulce y tradicional. También en las paraduras de mi familia reparten buñuelos que son cuadritos de masa fritos remojados luego en miel de azúcar (sirope), y otros dulces como arroz con leche, arroz con coco, delicados de frutas, quesillo y una larga lista. Es tradicional dar sancocho o como en mi casa callos a la madrileña, receta que mi madre hace estupendamente, puede ser muchacho relleno con arroz ypan de bolita, o ensalada de gallina. La Paradura del niño es un acto respetado y muy venerado en los andes, dicen que el niño Jesus es muy milagroso y que lo que se le pida en una paradura lo cumple, la promesa es hacerle su paradura todos los años, mientras más grande mejor. Comida, músicos y fuegos artificiales de ser posible. La comida siempre està relacionada a estas fiestas y el biscochuelo que es un biscocho esponjo con espcias y aromatizado con miche andino que lleva hinojo es de verdad toda una delicia, que le gustará quizás comerlo con un vaso de leche fría un buen marrón.
Cuando entra el mes de diciembre la naturaleza derrama su paleta colorida de flores perfumadas engalanando con su grata belleza, frescura y lozanía, el ámbito de la meseta y sus alrededores. Los temores y preocupaciones de los hombres, se disipan de manera inexplicable. Los recuerdos de la niñez afloran pordoquier: se inician en estos días tan especiales los preparativos para la Navidad en los hogares de Mérida, colocando el tradicional pesebre para celebrar la llegada del Niño Dios.
El pesebre, una creación de San Francisco de Asís, que se difundió en el mundo
medieval , ha llegado hasta nosotros como un legado entrañable de nuestra cultura hispana. Se encuentra muy arraigado en el pueblo de Mérida, desde los primeros tiempos de la colonia, cuando fue introducido por los frailes franciscanos, dominicos y agustinos, quienes armaban sus pesebres en sus conventos e iglesias con figuras traídas de España, piedras, palos, musgo, ramas de pino y demás materiales proporcionados por la naturaleza.
El típico pesebre andino conserva la frescura y simplicidad de los rústicos pesebres del pasado: consiste en primer lugar de la escena del Nacimiento con las figuritas del Niño Jesús, San José, La Virgen, la burra, el buey y los tres Reyes Magos, alrededor de un cobertizo de paja. Al lado de esto se colocan escenas de los pastores buscando las ovejas descarriadas, mujeres cargando cántaros de agua, el ángel de la anunciación, el gallo, los leñadores en el bosque, las casitas de teja, los caminos, los puentes, los ríos y las lagunas.
El pesebre andino es una pequeña réplica del contorno geográfico donde vive la gente del campo, dedicado a exaltar no solamente el espíritu religioso de la Navidad, sino también el profundo amor del hombre por la naturaleza que le rodea. En los campos las figuras se hacen del árbol de la yesca o anime, tallando con una navaja las cabezas, pies y manos y vistiendo los cuerpos con pequeños retazos de tela de paño. Las caras se pintan a mano con pincel. Para las ovejas se emplea el algodón a imitación de la lana.
Para formar las verdes praderas, se utiliza la lama húmeda o musgo traída desde los páramos. El pesebre se coloca, generalmente a la entrada de la casa en una sala o cuarto especial, para que pueda ser visto a través de la puerta o ventana, por las personas que transitan por la calle. En la ciudad la gente también elabora los pesebres, con algo más de sofisticación, pero manteniendo siempre los elementos naturales hasta donde sea posible. De acuerdo a las posibilidades económicas del dueño de casa, se tendrán finas imágenes de cerámica, de mucho realismo, generalmente españolas, representando a la sagrada familia, los reyes y los pastores. También se colocan luces artificiales de colores para iluminarlo durante la noche. Al lado del pesebre se coloca un candelabro de barro con velas de cera, para encenderlas el día de la paradura del Niño.
En la Ciudad de Mérida los vendedores del mercado ofrecen toda una variedad de cosas para adornar los pesebres, como el papel pintado para construir las montañas, talco de distintos colores, brillantina y micas transparentes, para imitar las piedritas; lama y yerbas de incienso, mirra, albricias y díctamo para perfumarlo; ramas retorcidas de cínaro para formar los árboles y las cuevas, y las barbas de palo, que cuelgan de los bucares, para cubrir el techo del cobertizo donde se refugian José y María.
El pesebre se mantiene durante todo el mes de diciembre y enero hasta el dos febrero, día de la Candelaria, cuando se desmonta hasta el próximo diciembre.
La Paradura
Estamos a comienzos de año en un día luminoso del mes de Enero y asistimos a casa de unos viejos amigos, quienes celebran hoy la paradura del niño. Una vez traspasado el umbral de la vivienda, se percibe la actividad propia de los preparativos del ritual en el hogar doméstico donde ya vemos a los invitados que van llegando y se sientan en sillas de suela o bancas de madera alrededor del pesebre. Un olor a hallaca que viene de la cocina, entretejido con los efluvios perfumados del encinillo, díctamo y demás hierbas del pesebre se cuela entre las puertas y postigos de las ventanas. La gente se ubica de acuerdo a su jerarquía y grado de filiación con la familia hasta llenar la pequeña sala: los mayores del circulo familiar en los puestos de adelante, muy próximos al pesebre, y la gente joven o parientes más alejados hacia la parte de atrás e inclusive fuera del recinto en los corredores, el saguán y el patio central donde se van formando grupos de
conversación muy animada. La paradura se celebra cualquier día, entre el 1o de enero y el 2 de febrero.
Nos sentamos en el corredor de la casa a conversar con Juan, el dueño de la casa, quien hace poco nos ha presentado a sus padres, un par de ancianos cercanos a los 80 años, de pelo blanco y rostro rubicundo curtido por el sol, quienes viven en una pequeña finca cerca de Mérida. Afuera en la calle ya comienzan a lanzar cohetes para anunciar a todo el mundo con orgullo, que hay una paradura en casa. En un ambiente de muy sano festejo la gente grande charla amigablemente y se ríe de cualquier cosa mientras los chiquillos corren de un lado a otro haciendo de sus tremenduras. Los músicos ya han llegado y son atendidos con mucha deferencia por los dueños de casa, sentándolos enfrente del pesebre en sillas previamente reservadas para ellos. Poco a poco van afinando los instrumentos que han traído para esta ocasión: violines, guitarras, tiples, cuatros y maracas. Ahora comienzan a tocar música algo ligera y alegre como valses, joropos, paseos y merengues para animar el ambiente. Juan y su esposa Isabel se van moviendo entre los invitados ofreciendo un blanco ponche andino en vasos pequeños, que la gente agradece con placer
- Este ponche le ha quedado muy sabroso- le digo a Isabel, mientras termino mi vaso
con fruición no disimulada.
- Es ponche casero- nos comenta, lo hicimos acá en la casa con ron, leche
condensada, flan y una pizca de canela.

Mientras tanto en la cocina, las hijas de Juan y algunas primas trabajan como abejas en una colmena, preparando los platos y bebidas que se habrán de repartir. Ya el biscochuelo ha salido del horno y los están cortando en tiras alargadas. Otras jóvenes voluntarias se encargan de ir calentando las hallacas en enormes ollas de barro. Isabel saca del escaparate de su cuarto una caja conteniendo las velas. Un hermano de Juan entra y sale de la cocina a cada rato, llevando cerveza fría de la nevera para repartir a sus amigos quienes se encuentran en la calle. La alegre algarabía del parloteo de las comadres, los gritos de los niños, y el ruido estruendoso de la pólvora crispan el ambiente de la casa.
Después de rezar el rosario, Juan e Isabel ayudados por las muchachas, reparten entre los invitados los trozos de biscochuelo, en bandejas de madera y vasitos de vino tinto para brindar por el niño. Es un biscochuelo de corteza algo morena, y corazón tierno y esponjoso que ofrenda al paladar los sabores sutiles de la leche, el azúcar y el anís, portadores de secretos silenciosos, escondidos en los hornos del fogón familiar y que se transmiten con celo de generación en generación. Su sabor dulce se hermana muy bien con el gusto algo cerrero de este vino tinto moscatel de mosto muy joven.
Después de este brindis tan reconfortante, sigue el rosario cantado por parte del grupo musical. Es un rezo bastante especial, distinto al rosario rezado, traído desde los campos remotos donde se originaron. Son intrincadas letanías, muy poco conocidas para muchos de los asistentes. Se cantan en un tono muy alto, acompañados por un coro que entona una melodía de carácter casi litúrgico, como un lamento de hondas raíces religiosas reforzado por las notas celestiales de los violines. Es la ceremonia más larga de la paradura y también la más interesante por su significado espiritual. Sus versos han pasado de padres a hijos entre los músicos. La gente invitada simplemente calla y escucha este rosario.
Al final del rosario cantado se sirve la comida. Esta vez a cada invitado le han dado un plato con una hallaca, un poco de ensalada de gallina, y dos panecillos blancos. Juan pasa de un lado a otro trayendo los manjares desde la cocina. La cena culmina con un delicioso dulce de lechoza preparado con panela y clavos de olor. Después de la comida se sirven vasitos de miche o de ron que la gente puede repetir. Los músicos han vuelto a tocar de nuevo esa música alegre tan contagiosa de nuestro folklore andino que nos alegra y embelesa, mientras nos adentramos en una conversación. El tiempo ha pasado inadvertidamente. En las paraduras no se baila, pues se considera un irrespeto hacia la majestad del niño. Poco a poco se van retirando los invitados y nosotros hacemos lo propio despidiéndonos de la dueña de la casa.


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